DESALIENTO
En ocasiones veo muertos…no, no es eso.
En ocasiones pienso que cuanto intentamos hacer algunas personas, de las que creemos en la Democracia, no sirve para nada. El desaliento nos marca. Yo particularmente me siento más arisco con las personas que más me importan; mi familia, amigos, compañeros de trabajo...
Un día crees despertar pero no te das ni cuenta de la manera en que has llegado a ese estado, el despertar. ¿Realmente es despertar o dejar de ignorar lo que ocurre a tu alrededor?
Quieres hacer algo; te conectas a Internet y comienzas a buscar información sobre el tema. ¿Por qué sucede, qué nos ha llevado a casi 40 años de agonía?
Encuentras páginas que lo intentan, explicar las razones. No te lo puedes creer, todo está retorcido, lo que te enseñaron ya no sirve porque se ha reinventado la Historia.
Ves que se piden cosas imposibles de cumplir. Se exigen derechos que no son ciertos, no nos pertenecen, ni tan siquiera pueden aplicarse a nosotros “EL PUEBLO VASCO”.
Vives desconectado. Ves lo que ocurre alrededor pero no preguntas, callas por miedo. Ese miedo cala hasta el tuétano, está agarrado en tu interior y no te suelta.
Sales de tu tierra y por un corto espacio de tiempo te sientes un poco más libre. Se apaga el miedo, hasta que vuelves; rebrota.
El médico te dice que es estrés y tú confías en él, ha estudiado y sabe lo que hace.
En ocasiones sientes mariposillas en el estómago. No es amor. Las mariposillas por amor son agradables y te hacen sentir bien, más eufórico, con energía. Estas son por miedo, miedo a que te “calen”, que sepan quien eres, lo que haces a escondidas. No puedes hablar en público, salvo que quieras convertirte en un apestado; llevar escolta para salir de casa, poner extintores en todas las habitaciones, barrotes en las ventanas, puerta blindada.
Tus vecinos dejan de hablarte, pueden pensar “los otros” que sois amigos, quieren que te vayas a otro portal, a otro edificio, mejor a otro barrio, o mejor aún, a otra ciudad.
ODIO es la otra palabra, es la que define la manera de pensar de “los otros”.
MEJOR ME CALLO es lo que se piensa desde la equidistancia. Estar en medio es lo que tiene, no se habla pero se vive de rodillas.
Hacer pública tu resistencia:
Es lo que a veces se piensa y al final llegas a la conclusión de que si sale lo que sale en las Elecciones al Gobierno Vasco, ¿no será que nos merecemos lo que nos pase?