YO ME CONFIESO
Con la Venia,
Lo siento, no ha sido intencionado, de verdad que me siento culpable, soy reo de mi inconsciencia, no sean crueles conmigo, tengan en cuenta mi dolor, angustia y arrepentimiento.
La persecución y acoso mediático que por tal condición vengo padeciendo me fuerzan a decir la verdad, a volcar mi pesar, contrición y remordimiento en la presente y pública confesión. Tenía que hacerlo.
Me han requisado la alegría, me han mutilado el orgullo, siento vergüenza de mi condición, no veo más que carteles prohibitivos por doquier, sopla en mi nuca el azote del rencor, denoto sed de venganza en sus rostros y desafío en las miradas. Me siento mal.
Antes me confesaría prostituto, chorizo o mangante pero entiéndanme, mi recuperada moralidad, conciencia y sentida cognición me conducen y obligan a decir la verdad, no me andaré con medias tintas, que sea lo que Dios quiera, aceptaré mi castigo con la resignación y conformidad que el asumido reconocimiento de mi criminal conducta obliga.
Hasta ahora, absurdamente lo hacía convencido de mi libertad individual, procuraba no molestar a quien así me lo hacía saber, delinquía en la creencia que hacer con mi cuerpo lo que nos daba la gana mientras no molestara al prójimo, error, ¡¡¡que craso error!!! era un iluso, un temerario por imprudente y negligente por inconsciente, perdónenme, sean condescendientes conmigo, somos padre de familia.
Desde la desazón, lo confieso... soy fumador.
He dictado.
"El Conde de Ajo"
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